Dios te Bendiga,

Cuando decimos que hemos rendido todo a Dios, ¿estaremos diciendo la verdad? No vamos a profundizar demasiado en este pensamiento hoy, vamos a enfocarnos en un solo punto pero uno que es muy importante. ¿Será que nuestros ojos están consagrados a Dios al igual que otras partes de nuestro ser? ¿A quién le pertenecen tus ojos? En serio, pensemos en esto por un momento. ¿Qué cosas estas mirando? No me refiero al solo hecho de mirar a otra persona, también incluyo todo lo demás…todo lo que nuestros ojos ven nos afecta de una manera u otra sea al instante o después. Cualquier imagen sea en vivo o por medio de un video, una foto, un dibujo o cualquier otro formato afecta nuestros pensamientos y nuestro corazón grandemente. Puede ser que solo veamos cierta imagen por un segundo pero muchas veces, estas nos pueden afectar por el resto de nuestra vida. Esto es un problema que ha existido en la humanidad desde el principio. Recordemos a Eva, “La mujer vio que el árbol era bueno para comer, apetecible a los ojos, y codiciable para alcanzar la sabiduría…” Génesis 3:6 Ella miró el árbol y recordemos que Dios ya les había advertido cosas sobre el árbol. Lo más seguro fue mucho más que una simple ojeada inocente porque Eva, pudo observar que el árbol era hermoso y su fruto apetecible a los ojos. Ya todos sabemos lo que paso después de esa simple mirada. ¡Mantengamos nuestros ojos puestos en Dios, solo en él! Si no podemos hacer esto con nuestros ojos, ¿qué nos hace creer que lo podemos hacer con nuestro corazón? ¿Qué estas mirando?

Pastora Laura Palacios