Por mucho tiempo me costó trabajo entender que es el vivir “totalmente bendecido”. Me sentía bien siendo bendecido pero no sabía cómo vivir “completamente” bendecido. Sentía que era muy difícil llegar a esa magnitud de bendición, no estaba en “mi zona” o tal vez, no estaba en el lugar “propicio con Dios”. Tenía una mentalidad donde era necesario “subir de nivel celestial” hasta llegar al punto donde mereciera mi bendición “plenamente”. El ser parte del Reino de Dios no es lo mismo que nuestros trabajos seculares; en el Reino de Dios no hay escalafones. No hay trabajo específico que nos acerque a nuestra bendición…eso se llama religión. El verdadero Cristianismo no se trata de religión, se trata de posición y relación. El acercarnos más y más al Dios que nos bendice debe ser más importante para nosotros que la bendición que Él nos va a dar. El entender y aceptar nuestra posición como hijos de Dios nos dará la perspectiva y entendimiento que debemos vivir una vida “completamente bendecida”. Se trata de quien es el dueño de nuestra vida y no más de lo que hacíamos o a quien pertenecíamos antes. ¡Deja esa noción de que no merecemos vivir totalmente en bendición! Esto solamente nos aleja de nuestro Padre Celestial. Recibe cada una de las promesas de Dios para ti; Su deseo es que siempre estemos bendecidos. Entrégale todas tus cargas, dale tus inconvenientes, tus contratiempos, tus fracasos, deja de creer todo lo que es negativo y acepta lo que él te quiere dar, recibe todo lo que Dios ha predestinado para ti. ¡Él ya ha puesto todas sus bendiciones dentro de ti!
Juan 15:16 “Ustedes no me eligieron a mí. Más bien, yo los elegí a ustedes, y los he puesto para que vayan y lleven fruto, y su fruto permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en mi nombre, él se lo conceda.”
Pastor Robert Paucar