¿De quién son esos planes?
La esperanza es algo que todos necesitamos para estimular nuestro optimismo y nuestra manera de ver la vida. Con la esperanza nos creamos metas (a largo o corto plazo). Muchos de nosotros comenzamos a visualizar nuestros sueños haciendo pancartas que colgamos en nuestras casas o trabajos para siempre mirar hacia la meta; otros, solo soñamos mentalmente con todos esos planes del futuro. Uno de los versículos de la Biblia que nos anima a enfocarnos en el futuro es Jeremías 29:11 “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros” —declara el Señor— “planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.” La palabra clave en este versículo es “Yo” (Dios). Aunque “nosotros” hacemos planes para nuestro futuro, ¿será que debemos negar los planes que Dios ha preparado para nosotros porque simplemente no se alinean con los nuestros o con lo que hemos imaginado y soñado? Dios sí quiere darnos los deseos de nuestro corazón (a su tiempo), sin embargo, Dios es un Dios de amor y protección y solo él sabe lo que es mejor para nosotros. ¿Perderías tu esperanza en tu caminar con Dios o te desanimarías si Dios no te da las cosas que “Tú” planeaste en esa pancarta de sueños? Si Dios cogiera todos tus planes y sueños y les diera un nuevo rumbo, ¿seguirías confiando en él? No pierdas tu fe en Dios ni tu esperanza para el futuro. ¡Sus planes siempre serán mejor que los nuestros! ¿Cuáles planes estas verdaderamente siguiendo?
Proverbios 19:21 “Muchos son los planes en el corazón del hombre, más el consejo del Señor permanecerá.”