¡Dios te Bendiga!
¿Cuanto dinero tienes en tu cuenta bancaria? Estoy segura que la mayoría de nosotros podríamos calcular muy acertadamente en cuanto tenemos en nuestras cuentas bancarias y esto sin mirar un estado de cuenta sea de papél o por internet. La realidad es que aunque no lo admitamos en frente de los demás, sabemos como estamos económicamente…en el fondo aún sin mirar nuestro estado de cuenta, conocemos nuestro estado financiero. Sabemos si ese cheque de $10, $1,000, o $10,000 será aceptado por el banco o si este será rechazado por falta de fondos. ¿Por qué les hablo de finanzas en este día? No, no, no…no es para pedirles que den una ofrenda más grande aunque esto no seria mala idea J Créanlo o no, de la misma manera que conocemos nuestro estado financiero, también conocemos muy bien cual es nuestro estado espiritual. Sabemos muy bien si hemos hecho los depósitos espirituales necesarios para tener una buena relación con Dios. Conocemos con claridad si nuestros retiros exceden nuestros depósitos. ¿Será que hemos agotado nuestros “fondos espirituales” al punto donde ciertas cosas van a comenzar a rebotar? Pensémoslo bien…siendo realistas sabemos que el Amor de Dios, su gracia, favor, misericordia y bendiciones no tienen límite (GRACIAS A DIOS POR ESTO) pero todos llegamos a un punto donde demasiados retiros en nuestra cuenta traen sus consecuencias (el banco nos cobraría tarifas adicionales). ¿Será que Dios nos cobrará tarifas adicionales si no mantenemos una relación cercana con él? Por supuesto que no, pero los frutos en nuestra vida son el mejor “estado de cuenta” que claramente expresan nuestro estado espiritual. Podemos seguir pretendiendo ser “millonarios” tanto en lo físico como en lo espiritual pero cada uno de nosotros y Dios, sabemos la verdad. Hagámonos un análisis espiritual de la misma manera que haríamos con nuestras cuentas bancarias y seamos reales primeramente con Dios y luego con nosotros mismos. ¡Invierte en tu futuro!
Pastora Laura Palacios
Mateo 6:20 “ Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar.”