¡Dios Te Bendiga!
La Palabra de Dios nos da numerosos ejemplos de la siembra y la cosecha; cuando sembramos en otros de corazón, experimentamos maravillosas recompensas de parte de Dios. El elemento más importante de este concepto al igual que todo lo demás en el cristianismo es que lo hagamos con amor y con un corazón agradecido por todo lo que Dios ya ha hecho y nos ha dado. Dios nos ha dado unas maravillosas promesas en su palabra, la que vemos en el versículo de hoy es que “nada nos faltará” si ayudamos a los que lo necesitan. Suena simple ¿verdad? La parte difícil no es tanto el hecho de “dar” es nuestro motivo al hacerlo y esto solo Dios puede ver. Recordemos que para Dios lo más importante es que lo hagamos de corazón y con mucho amor, sin esperar nada a cambio, sin esperar reconocimiento de parte de los demás. Nosotros los humanos podemos ser “pobres” de muchas maneras (no siempre es en cosas tangibles) y nosotros como hijos del Rey de reyes tenemos mucho que ofrecer. Pidámosle a Dios que nos revele las necesidades de las personas a nuestro alrededor y hagamos lo que hemos sido llamados a hacer. A medida que meditamos en el versículo de hoy no podemos ignorar la segunda parte del versículo. Si nos hacemos los tontos, si pretendemos no haber visto la necesidad, si simplemente lo dejamos para el próximo “cristiano” que pase …nos estamos maldiciendo a nosotros mismos…Sela...
Pastora Laura Palacios
Proverbios 28:27 “Al que ayuda al pobre, nada le faltará; pero al que le niega su ayuda, mucho se le maldecirá.”