¡Que Dios Te Bendiga!
La vida se puede volver bien difícil para aquellos que como a mí, prefieren la rutina y los horarios. Cuando estamos muy firmes en lo que nos gusta en ciertas áreas de nuestra vida, nos sentimos muy incomodos y disgustados cuando llega el cambio. ¿Será que alguien se puede relacionar con lo que estoy diciendo? Yo soy conocido por ser una persona de hábitos; me gustan ciertos lugares, ciertas comidas y la verdad pongo mucha resistencia si alguien me quiere hacer un cambio. Trato de hacer lo que me gusta e ir a los lugares que me agradan tantas veces pueda. Si no logro hacer o ir donde me gusta, usualmente me resisto a hacer algo diferente, ¿por qué? Porque para mí ya es algo conocido y donde me siento cómodo; ya se lo que esperan de mí y lo que yo espero recibir también. Usualmente me siento incómodo con cosas nuevas, me da paranoia y me pongo a la defensiva. Un poco temprano en el día para decirles esto ¿verdad? ¿Por qué les hablo de esto hoy? Muchos de nosotros nos sentimos muy “cómodos” donde estamos aun cuando ese lugar no nos dará nuestras promesas. Aun cuando estamos sufriendo, tal vez experimentando el abuso, pobreza, o negligencia. Todo depende de las cosas que nos hacen sentir cómodos. Desafortunadamente nuestra “comodidad” también puede convertirse en una maldición. Como cristianos tenemos que aprender a ser adaptables a diferentes situaciones. ¡La incomodidad da luz al crecimiento, da luz a la oportunidad, da luz al cambio! ¿No me creen? Pregúntenle a cualquier mujer que haya dado a luz. ¿Será que sufrieron algún dolor o incomodidad para traer ese hermoso regalo a este mundo? Nuestra facilidad a adaptarnos nos ayudara a aprovechar cada oportunidad que se nos presenta. ¿Te sientes estancado en este día? Has un cambio y prepárate para cambiar y ser una persona adaptable. Comenzaras a ver como tu vida cambia para bien.
Pastor Joell A. Perez