Dios le bendiga,
Es un poco extraña la manera en que definimos la sabiduría hoy en día. Tienes que tener ciertas credenciales, diplomas, doctorados, experiencias laborales y recomendaciones de gente muy importante antes de que te consideren sabio o te pongan atención. Tienes que pertenecer a ciertos grupos sociales o tener contacto con ciertas personas para que los demás decidan hablar contigo y a pesar de todos estos requisitos, nada nos garantiza que las demás personas tengan todo en orden en su vida. Esta es una realidad muy triste pero es la sociedad en donde vivimos hoy en día y esta, no discrimina cultura, raza, país o idioma. Tienes que ser alguien “conocido” para que los demás te consideren importante y digno de escuchar.
La sabiduría o el ser sabio es el aprender de nuestras experiencias o de las experiencias de aquellos a nuestro alrededor. El ser sabio es el tomar todas esas lecciones aprendidas por medio de la experiencia y enseñarles a otros por medio de nuestro testimonio. ¿Cómo es que recordamos los grandes personajes de la historia? Ellos son recordados por las cosas que hicieron (acción), no tanto por lo que dijeron o como afectaron (positivamente) a los demás. Es maravilloso el poder obtener una buena educación, doctorados, diplomas y certificados. Estos nos darán un conocimiento profundo sobre ciertos temas, pero si queremos sabiduría tenemos que buscar de Dios y vivir de acuerdo a su Palabra. Nuestro testimonio será suficiente para atraer a otros a Dios; ¡su sabiduría hablara por nosotros y nuestras acciones serán más que suficiente!
Ayúdame a conseguir tú sabiduría Señor,
Pastor Elizabeth Z. Perez
Santiago 3:13 “¿Quién de ustedes es sabio y entendido? Demuéstrelo con su buena conducta, y por medio de actos realizados con la humildad propia de la sabiduría.”