Remisión
¡Que Dios Te Bendiga!
¿Alguna vez has pedido algo prestado pero luego tienes dificultades devolviendo lo que te prestaron? ¿Te sentiste mal porque tenías todas las intenciones de devolver lo prestado pero simplemente no pudiste? ¿Qué hubiese sucedido si durante el tiempo que te sentías mal, la persona que te hizo el préstamo te hubiese dicho que no te preocuparas por devolver nada (que te perdonaba la deuda)? ¿No te parece que eso hubiese sido algo maravilloso? Yo pienso que el mejor ejemplo que podemos encontrar de alguien que perdona una deuda es el ejemplo de Jesús al morir en la cruz para que tú y yo fuéramos perdonados la deuda del pecado. ¿Por qué les hablo de esto hoy? Ya que Jesús nos ha perdonado nuestra deuda, ¿no será que debemos hacer lo mismo con los demás? En el versículo de hoy podemos ver como en los tiempos Bíblicos existía un tiempo específico designado para perdonar las deudas. Muchos de nosotros tenemos a otros “atados” a deudas de dinero, dolor, favores y muchas otras cosas pero la verdad es que muchas veces ellos ni saben que nos deben algo o simplemente no les importa. En estos casos, ¿quiénes son los que sufren? Aprovechemos este día para borrar una cantidad de deudas innecesarias (por lo menos las emocionales) de igual manera que Jesús borro las nuestras tiempo atrás.
Reconociendo que solo Dios es mí Justicia,
Pastor Joell A. Perez
Deuteronomio 15:1 “Al cabo de cada siete años harás remisión de deudas.”