¡Que Dios Te Bendiga!
Para alguien como yo, el versículo de hoy es un poco difícil de digerir. Cuando vivía la “vida loca” tengo que confesarles que la “revancha” era mi apellido. Aunque en el día de hoy me dedico a buscar a Dios, les mentiría si no les dijera que muchas veces quisiera vengarme de ciertas cosas. Es muy difícil el dejar a algo o alguien que te ha hecho daño sin darles lo que tu cerebro te dice que ellos se merecen, pero todos tenemos que llegar a ese punto donde tiene que haber un cambio. No sobra decir que este proceso de cambio es muy difícil pero no imposible. A través de los años he podido reconocer que el cambio es mucho mejor porque puedo ver la mano de Dios en mí. Me siento orgulloso de hoy día poder decir que alguien que era tan “dañado” como yo puede cambiar en las manos de Dios. Con esto los quiero animar a que sepan que si yo estoy en este proceso aún, tú también puedes cambiar. Terminemos esta semana con fuerza y sigamos luchando por ser mejores personas.
Recordándote que tu si puedes,
Pastor Joell A. Perez
Leviticus 19:18 “No te vengues, ni guardes rencor contra los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.”