Juzgando
¡Que Dios te Bendiga!
¿Alguna vez te has preguntado por qué no le caes bien a ciertas personas? ¡Es tu fe! Esto nos sucede a muchos cristianos, pasamos por muchas luchas y situaciones incomodas, somos rechazados por nuestros familiares o conocidos a causa de nuestra fe. Estoy seguro que al igual que a mí, muchos de ustedes se frustran con estas situaciones pero tenemos que regresar a las bases de nuestras creencias. La Palabras nos dice que no siempre nos van a querer, las personas no siempre van a estar de acuerdo con nosotros y muchas veces hasta buscaran herirnos. ¿Por qué sucede esto? Nuestra fe nos separa de lo común y nos convierte en personas extraordinarias. Ya no eres la misma persona de tu pasado. Tienes algo muy especial que te identifica y los demás no pueden obtenerlo al no ser que incluyan a Dios en cada aspecto de sus vidas. Póngamelo de la siguiente manera: ¿Te sentirías mal por ser millonario simplemente porque a los demás no les gusta? ¿Botarías tu dinero para que ellos se sientan mejor? Este mismo principio aplica a nuestra salvación: no podemos botarla a la basura simplemente para estar bien con los demás. ¡Tú eres bendecido! Desafortunadamente las bendiciones no llegan sin que algunas personas les moleste que tú seas bendecido, pero la realidad de todo esto es: ¿qué importa? Llegó el tiempo de que dejemos de bajarnos al nivel de ciertas personas solamente para ser aceptados, más bien empecemos a reconocer la grandeza que llevamos por dentro. Si el arriesgar nuestra fe fuera algo bueno, ¿no crees que Jesús hubiese cambiado su fe para así ser aceptado por todos incluyendo sus familiares? Tu fe es juzgada por los demás no porque tú estés haciendo algo malo sino más bien porque su conciencia los molesta por las cosas que ellos están haciendo. ¡Acepta que eres grandemente bendecido! ¿Puedes hacerlo?
Pastor Joell A. Perez
Hebreos 11:7 “ Por la fe Noé, siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe.”