Que Dios Te Bendiga!
¿Quieres poder entrar al Reino de los Cielos? Si tu respuesta es que sí, entonces el versículo de hoy te dará una dirección clara en que es lo que tienes que hacer para poder entrar. No es fácil el poder arrepentirse genuinamente sin ser radical; para arrepentirnos necesitamos un espíritu determinado a reconocer que ha estado equivocado y comenzar a tomar acciones que traerán cambio. La mayoría de nosotros ignoramos nuestras faltas pero si recordamos fácilmente las faltas de todos los demás, ¿no es cierto? ¿Por qué hacemos esto? Puede ser que algunos no estén de acuerdo con lo que voy a decir pero muy adentro de cada uno de nosotros existe un mecanismo de defensa que nos impide muchas veces el aceptar que tenemos la culpa o que estamos errados. Siempre estamos correctos, nuestra manera de hacer las cosas es mejor, nuestra opinión es la única que vale, nuestra crianza fue la mejor, etc., etc. Permítanme decirles que: ¡Todos los que pensamos así, estamos equivocados! Solo existe una manera correcta y esa es: a la manera de Dios. Él nos llama al arrepentimiento, a que arreglemos lo que está mal, a que compongamos lo que está dañado y demos de vestir al desnudo. ¿Por qué? El costo para entrar al cielo se puede resumir en una palabra: "orgullo"…si te quedas con tu orgullo, no entraras al cielo. Lo podemos comparar con un detector de metal, si pasas por uno de ellos y llevas un arma contigo, no podrás entrar porque el detector sonará y no te permitirán entrar. El detector del que hablo hoy es la Palabra de Dios, el guarda de seguridad es el testimonio que nos dejó Jesús (el dejo cualquier orgullo atrás por amor a nosotros) y el Cielo es el destino final. Si queremos entrar al cielo tenemos que deshacernos de todo orgullo y entrar con un corazón arrepentido. ¿Desear perder tu entrada? Yo no creo que ninguno de nosotros desee esto; hoy es el día perfecto para arreglar nuestra situación. Si nos encontramos hacienda cosas que solo satisfacen nuestro "yo", entonces tenemos que examinar nuestro orgullo…este ciertamente es bien engañoso.
Pastor Joell A. Perez
Mateo 18:3 "Entonces dijo: Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos."