Con todo lo que Dios ha hecho por mí, no sé dónde comenzar, pero les diré de donde Él me ha sacado y a donde me ha traído. Muchas veces me he preguntado, porque Dios me ha escogido? Una ex-fornicaria, ladrona, abusadora de drogas, adultera, mentirosa, etc.? Y la respuesta fue muy fácil, para avergonzar al sabio! (Zacarías 10:5) Pero también para que todos los de mi pasado y de mi presente y aun yo, podríamos entender que ha sido por la fuerza y el poder de Dios en mí que lo ha hecho todo posible y no por mis propias fuerzas. Todo lo bueno en mi es por El. Ya no me preocupo por el “qué dirán” de mí, porque he podido entender que los pecados de mi pasado y mi vieja manera de vivir no determinan la persona quien soy hoy en Cristo Jesús! Mi gratitud a Dios es lo que alimenta mi pasión para El y he aprendido a perdonar, aun a mí misma. Es por eso que mi preocupación es para ayudar a los demás y no de encarar, ni mirar sus fayas, no importando cuales sean porque Dios primero me amo y me perdono y todas las cosas las ha hecho nuevas! (Efesios 2:5)

Con todo eso dicho, aquí esta lo que resta de la historia de mi vida. Yo crecí en Queens, Nueva York a una familia cristiana de inmigrantes a esta nación (estados Unidos), ellos de nacionalidad (Colombiana). Me crie siendo hija de un Pastor, la quinta en nacer de una familia de seis hijos. Yo no fui planeada, más bien caí como una sorpresa a mi madre que era una mujer todavía muy joven ya con cuatro hijos. Mi nacimiento se le fue avisado a mi madre por un varón de Dios a quien Dios se le revelo para mostrarle el llamado que había de ser en mi vida. No estaba en los planes de mi mama en tener más hijos y tampoco fueron los planes míos, pero así Dios lo dispuso y casi cuatro décadas después, aquí estoy, viva y llena del fuego de Dios! El regalo más hermoso que Dios me ha otorgado desde muy niña es el de cantar y adorar apasionadamente a Dios. Desde los quince años estoy dirigiendo las alabanzas en la iglesia, (si, aun cuando viviendo en desorden y pecado) nunca deje de servir al Señor porque Dios injerto esa pasión en mi desde muy pequeña y a través de esa pasión fui rescatada por El.

              Yo conocí a mi esposo cuando tenía diez años y crecimos juntos en la misma iglesia. Tomamos caminos apartes por un tiempo hasta que Dios nos unió en uno de los momentos más difíciles de nuestras vidas. Nuestra iglesia de más de veinte años sufrió una desastrosa división. Mi esposo, en ese entonces un amigo muy cercano a mi llego a ser un refugio y consuelo en quien recostarme durante ese tiempo tan grave. Desde ese entonces nunca nos hemos apartado y tres meses después nos unimos en matrimonio sagrado y ahora tenemos tres hermosos hijos (dos muchachos jóvenes y mi princesa también a punto de entrar a la adolescencia). Nuestra familia, nuestro matrimonio y nuestras vidas no son perfectos. Muchas veces hemos fallado, pero en medio de nuestros errores, decidimos nunca dejar de servir a Dios aun cuando los problemas han llegado a nuestro hogar. Una decisión que quizás puede ser criticada y quizás que seamos expuestos a ser llamados hipócritas, pero yo lo llamo una pasión para Dios. Mi esposo y yo hemos entendido nuestro llamado y compartimos ese mismo sentir y aunque hemos estado en medio de una adversidad, hemos decidido seguir adelante en el mandato dado por nuestro Dios! Si nosotros o cual quiera otra persona (Pastor, Obispo, Diacono etc.) esperara para adquirir la perfección antes de ministrar el Evangelio de Salvación, quien pues quedaría para hacerlo? Cuanto más estuviera este mundo en la perdición, si cuando cayéremos (pecado, cansancio, faltas, problemas etc.) no nos volviéramos a levantar y seguir nuestra labor? Una batalla vencida te añadirá fuerza, experiencia, y sabiduría!

              Después de estar en función en algunas iglesias y ministerios, ahora estamos independientes y debajo de la cobertura de Dios. Después de cinco años, nosotros aquí en la Iglesia Nuevo Principio, somos un grupo de desechados que así como los de la cueva de Abdulan, llegaron huyendo de sus problemas (metafóricamente). Rechazados por los hombres, pero aceptados por Dios y hemos permitido que Dios nos moldee así como hizo con los Valientes de David. De mechas a riquezas en Cristo, de un gusano a una mariposa a través de la metamorfosis que Dios ha hecho en mí, ahora Pastoreo esta grey junto a mi Esposo Joell y un grupo maravilloso de hombres y mujeres que por igual comparten la misma pasión y visión. Aceptamos el llamado a servir a Sus pequeños (Mateo 25:40) y continuamos en el camino que Dios ha ordenado hasta llegar a la meta final en Cristo Jesús. Continuare escribiendo mis alabanzas a Dios y grabando todo lo que El deposita en mi corazón y con fervor discipular a otros que también sigan adelante hasta adquirir el galardón. Lo que se trate de levantar en contra de nosotros será derrotado y seguiremos adelante y nunca echaremos pie atrás porque hemos entendido "si Dios con nosotros, quien contra nosotros” (Romanos 8:31) y “ningún arma forjada en contra de mi prosperara.” (Is.54:17)

Con amor entrañable y bendiciones de lo alto, la Pastora Elizabeth Pérez